Como Psicomotricista me enfrento al reto de que cada actividad que realizo finalice con expresiones de alegría. Tener en cuenta un conjunto de elementos para que una simple actividad se convierta en algo terapéutico y placentero, requiere de conocimiento, pasión y muchos detalles.
Realmente cada sesión es única, porque cada grupo y cada momento es único. Las emociones y la disposición se ponen en juego desde el mismo momento en que te dispones a preparar una sesión.
Los materiales, la organización de cada actividad, la música con que deseas acompañar las propuestas que llevan a cambios de energía, la disposición del espacio… y la energía con la que estás dispuesto a llevar este nuevo reto y con la que otros asumen lo que les das… son ese «todo que es más que la suma de sus partes» de lo que sin duda aprendí en mi formación Gestalt. 
Una Gestalt fascinante, que envuelve a un grupo en un momento único, donde las sonrisas se escapan y el cuerpo te pide cada vez más… Y es que cuando están tan entusiasmados parece que el cuerpo no se les cansa!!! Esa es la clara señal de que lo están disfrutando… y me emociona tanto verlos así. Esa es mi recompenza: Mi trabajo se convierte en una placentera Gestalt!
Lic. Ma. Alejandra Guerrero. Psicóloga y Psicomotricista
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